Me encanta este tema, sin duda es uno de mis favoritos, ya que en algΓΊn momento fue mi gran debilidad.
Todos hemos pasado por momentos dificiles en los que caemos en tener pensamientos negativos o nos autosaboteamos. Es algo innato del ser humano. Lo cierto es que cada uno de nosotros tiene el poder de cambiar nuestro pensamiento.
Los pensamientos son tan delicados, ya que nos llevan a la acciΓ³n y, peor aun, nuestra mente puede crear realidades que en ocasiones son daΓ±inas para nuestro progreso espiritual, emocional y por sobre todo para alcanzar la felicidad en esta vida.
Si te sientes identificad@ con este tema, te invito a reflexionar en cuales son tus creencias limitantes segΓΊn tu realidad, y una vez hecho esto, pases a la acciΓ³n. Para cambiar, el primer paso es reconocer las cosas y luego meditar en ellas y ver que es lo que realmente queremos para nuestra vida. Por ΓΊltimo hacer los cambios necesarios que nos permitan tener la vida que soΓ±amos.
Aunque tengas pensamientos o creencias muy arraigados en ti, incluso por tu infancia (en ocasiones traumas), siempre puedes cambiar y mientras antes lo hagas mucho mejor.
No vale la pena perder ni un minuto de felicidad en esta vida y solo tΓΊ puedes decidir ser feliz, nada ni nadie tiene el poder para hacerte feliz, solo tΓΊ.
En ocasiones para cambiar sΓ³lo necesitas voluntad, en otras pedir consejos de personas de confianza que te puedan ayudar en esto y en situaciones mΓ‘s complejas (no es poco comΓΊn) hay quienes necesitan ayuda psicolΓ³gica. Esto ΓΊltimo lejos de ser un signo de debilidad, es sinonimo de fortaleza, ya que hay que ser valiente para tomar la decisiΓ³n de acudir a un profesional cuando sientes que lo necesitas.
Ten paciencia si intentas mejorar y al principio no lo logras, todo lo que mΓ‘s vale en la pena en la vida requiere de esfuerzo, tiempo y perseverancia.
Si eres creyente, para cambiar principalmente acude a Dios y pidele ayuda en todo eso que deseas lograr y si tienes fe sucederΓ‘. Nosotros en esta vida no podemos con todo, pero gracias a Jesucristo podemos vencer nuestras mΓ‘s grandes debilidades y convertirlas en nuestras fortalezas. Lo he vivido y es hermoso, me encantarΓa que tΓΊ lo vivieras tambiΓ©n.